"Amigos radioyentes, ustedes son formidables, día tras día asistimos a ese gran poder que tiene la radio, a lo largo y ancho de la geografía nacional, hoy le ha correspondido el turno a la diligente Región Valenciana,donde una madre reclamaba angustiada, a través de las ondas. Pedía ayuda para atender a su hijo impedido de 17 años y ... una vez más hemos podido socorrer a esta familia, ya que no habían transcurrido más de 30 minutos desde que esta valenciana angustiada saliera a las ondas y ya podemos celebrar que el caso está resuelto, el hijo de esta radioyente del Levante español tiene la solución a sus problemas".
Como si del túnel del tiempo se tratara hemos vivido esta pasada semana una situación absolutamente equiparable a esta reconstrucción de la radio española de los años 50, en la que la falta de derechos era sustituida parcialmente por obras de socorro y caridad. La radio era el altavoz a través del cual se anunciaban las necesidades y también se convertía en el medio conseguidor. Ha pasado más de medio siglo y todavía hemos tenido que escuchar perplejos como la demanda de una madre, que hacía más de un año había tramitado la aplicación de la Ley de la Dependencia para su hijo de 17 años, seguía sin respuesta. Pues bien, sorprendentemente, tras la denuncia en unas declaraciones a la Cadena Ser, le comunicaron que su expediente estaba resuelto de manera inmediata. Desgraciadamente no podemos concluir con aquel "ustedes son formidables", han pasado muchos años, hemos ganado en derechos y estos no pueden estar condicionados a que se exijan y se exhiban a través de los medios de comunicación.¿Sería posible regresar al siglo XXI ?
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